Aminoácidos
Los aminoácidos son compuestos orgánicos que se combinan para formar proteínas. Los aminoácidos y las proteínas son los pilares fundamentales de la vida.
Cuando las proteínas se digieren o se descomponen, los aminoácidos se acaban. El cuerpo humano utiliza aminoácidos para producir proteínas con el fin de ayudar al cuerpo a:
- Descomponer los alimentos
- Crecer
- Reparar tejidos corporales
- Llevar a cabo muchas otras funciones corporales
El cuerpo también puede usar los aminoácidos como una fuente de energía.
Los aminoácidos se clasifican en tres grupos:
- Aminoácidos esenciales
- Aminoácidos no esenciales
- Aminoácidos condicionales
AMINOÁCIDOS ESENCIALES
- Los aminoácidos esenciales no los puede producir el cuerpo. En consecuencia, deben provenir de los alimentos.
- Los 9 aminoácidos esenciales son: histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina.
AMINOÁCIDOS NO ESENCIALES
- No esencial significa que nuestros cuerpos producen un aminoácido, aun cuando no lo obtengamos de los alimentos que consumimos.
- Los aminoácidos no esenciales incluyen: alanina, asparagina, ácido aspártico y ácido glutámico.
AMINOÁCIDOS CONDICIONALES
- Los aminoácidos condicionales por lo regular no son esenciales, excepto en momentos de enfermedad y estrés.
- Los aminoácidos condicionales incluyen: arginina, cisteína, glutamina, tirosina, glicina, ornitina, prolina y serina.
Usted no necesita ingerir aminoácidos esenciales y no esenciales en cada comida, pero es importante lograr un equilibrio de ellos durante todo el día. Una dieta basada en un solo producto no será adecuada, pero ya no nos preocupamos por emparejar proteínas (como con los frijoles y el arroz) en una sola comida. En lugar de esto ponemos atención en qué tan adecuada es la dieta en general durante todo el día.
¿Que son los aminoácidos?
El cuerpo humano se compone en un 20 por ciento de proteínas. Las proteínas juegan en casi todos los procesos biológicos un papel clave. Los aminoácidos son la base de las de las proteínas.
Dado que gran parte de nuestras células, músculos y tejidos están compuestos por aminoácidos, éstos forman parte de numerosas funciones importantes en nuestro cuerpo: los aminoácidos confieren a la célula no sólo su estructura, sino que también son responsables del transporte y el almacenamiento de toda clase de nutrientes de vital importancia. Los aminoácidos influyen en las funciones de órganos, glándulas, tendones o arterias. Son esenciales en la curación de heridas y reparación de tejidos, especialmente músculos, huesos, piel y cabello, así como en la eliminación de los impactos negativos que se asocian a trastornos metabólicos de todo tipo.
Aumenta la importancia de los aminoácidos para el bienestar humano
Tal y como informa, por ejemplo, Meirion Jones, un conocido periodista de la BBC, se sabe que muchos médicos, contrariamente a la opinión de hace unos años, piensan que el suministro de aminoácidos en forma de suplementos dietéticos puede tener efectos positivos en el organismo humano.
Jones y Erdmann explicó en un artículo el cambio en la opinión médica de la siguiente manera: «Por desgracia, en el ritmo de vida actual intervienen multitud de factores que afectan a nuestro organismo y que hacen que no consiga suministrarse de forma completa y equilibrada. Estos factores incluyen los impactos ambientales negativos tales como la quema de combustibles fósiles, las hormonas incluidas en la alimentación para animales de consumo, el uso intensivo de fertilizantes en la agricultura y no menos importante, hábitos como fumar y beber alcohol. Aún peor es la pérdida de nutrientes en los alimentos durante su procesamiento, es decir, desde el momento de la cosecha hasta nuestros platos. Al suministrar al cuerpo los nutrientes y aminoácidos que necesita, estamos ayudando a reponer las pérdidas de nutrientes y por lo tanto contribuir al bienestar y la vitalidad.»1
En Alemania, un estudio actual de la DAK (compañía alemana de seguros médicos) ha llegado a la conclusión de que en particular, las personas mayores sufren cada vez más de desnutrición, «la ausencia en el cuerpo de un mínimo de energía y nutrientes, hace que el organismo no pueda mantener sus funciones físicas y mentales. Sin las vitaminas, las proteínas (aminoácidos), oligoelementos y minerales necesarios para subsistir, el organismo se debilita y aparecen trastornos metabólicos que conllevan graves complicaciones.»2
La reserva de aminoácidos ha de ser correcta
Jones es de la opinión de que casi todas las enfermedades de la civilización son el resultado de un desequilibrio en el metabolismo. Para conseguir un metabolismo equilibrado es fundamental tener una reserva necesaria de aminoácidos.
Se entiende por reserva de aminoácidos a la cantidad total de aminoácidos disponibles en el organismo humano. El tamaño de esta reserva en un hombre adulto es de 120 a 130 gramos. Si tomamos las proteínas de la alimentación éstas se descompondrán en el tracto gastrointestinal en aminoácidos individuales y se unirán para convertirse en nuevas proteínas. Estos complejos procesos bioquímicos se llaman síntesis de proteínas. De tres a cuatro veces al día se renueva la reserva de aminoácidos – este proceso es conocido coloquialmente como «intercambiar». El organismo por lo tanto, debe añadir siempre nuevos aminoácidos, parcialmente a través de la biosíntesis de proteínas, en parte a través de la dieta y en parte tomando suplementos dietéticos adecuados.
El objetivo es que la reserva de aminoácidos se mantenga completamente en todo momento y en la combinación correcta. En el caso de que no se encuentren a disposición del organismo uno o más aminoácidos en la cantidad suficiente, entonces la formación de proteínas se debilitará y las funciones del metabolismo podrían verse limitadas.
No sólo para las personas mayores, sino también para los más jóvenes es importante: una cantidad insuficiente de nutrientes pueden tener consecuencias negativas para la salud, tales como problemas de peso, caída del cabello, problemas de piel, insomnio, cambios de humor, disfunción eréctil, además de artritis, diabetes u otros problemas cardiovasculares (colesterol alto, presión arterial alta) y síntomas de la menopausia.