La combinación de carbonato de magnesio y ácido cítrico hace que el magnesio se absorba mejor en el organismo
  • Favorece la absorción del calcio. Mantener unos niveles adecuados de magnesio favorece la absorción del calcio en el organismo. Por tanto, el citrato de magnesio influye favorablemente en la estructura ósea, muy importante para los deportistas y para evitar posibles casos de osteoporosis.

Peculiaridades y posibles efectos adversos del citrato de magnesio

Aunque como hemos visto, el citrato de magnesio cuenta con muchos beneficios para la salud, antes de empezar a tomarlo debemos tener en cuenta algunos de sus posibles efectos secundarios.

  • Efecto laxante. Uno de los efectos más comunes de la toma de citrato de magnesio es su efecto laxante. Aunque al inicio es normal que vayamos un poco más ligeros al baño, si los efectos persisten o se agravan es recomendable consultar con un médico.
  • Posibles reacciones alérgicas: desde erupciones cutáneas, inflamación de la boca o el rostro, hasta mareos, desmayos, arritmias, dificultad para respirar o sangre en las heces.
  • Interferencia con otros medicamentos. El citrato de magnesio puede interferir en los efectos o reducir la eficacia de otros medicamentos cuando los tomamos a la vez, sobre todo de los antibióticos. Por este motivo es importante informar nuestro médico de cualquier tratamiento que estemos realizando.
  • Hipermagnesemia. Un abuso del citrato de magnesio puede provocar una sobredosis que puede derivar en efectos adversos, como bajadas de tensión repentinas, arritmia, debilidad muscular, confusión o pérdida temporal y completa de la sensibilidad y del movimiento (letargia). Si se detecta a tiempo no es grave y pueden recuperarse los niveles, pero si no se trata puede incluso derivar en un paro cardiaco.

Como vemos, los efectos adversos pueden llegar a ser grave, por lo que es muy importante consultar cualquier duda previa, o que surja durante la toma del citrato de magnesio, y acudir a un centro médico si se presentan síntomas extraños. En cualquier caso no es recomendable tomarlo sin recomendación o supervisión profesional: el especialista debe valorar cuál es la mejor manera, las dosis correctas y el tiempo del tratamiento en cada caso particular.